Rodada en la pintoresca Biddestone, una localidad británica con poco más de 500 habitantes, Agatha Raisin es una serie indicada para aquellos que buscan un relato plagado de asesinatos y misterios, pero alejado de cualquier complejidad argumental. Es una serie con un tono naif, en definitiva, con la que echar un rato distraído gracias a su sentido del humor y a las divertidas interacciones entre los habitantes de Carsely. Un ‘happy place’ en toda regla.